El Ministerio de Salud de la Nación confirmó un nuevo brote de la bacteria Streptococcus pyogenes. Durante los últimos 15 días, se acrecentó notoriamente el número de afectados y se registró al menos un muerto por día a causa de la enfermedad.
El Streptococcus pyogenes, también conocido como estreptococo beta-hemolítico del grupo A, es el responsable de causar faringitis y amigdalitis, que en conjunto se denominan faringoamigdalitis.
Si bien no suele ser una bacteria peligrosa, de sufrir una alteración en su estructura puede liberar toxinas que agraven el nivel de los síntomas.
Los últimos datos difundidos por la cartera de salud reflejan una aceleración en los contagios, como consecuencia de una mutación. Los casos pasaron de 382 a 487 y las víctimas fatales, de 64 a 78 en las últimas dos semanas, en todo el país.
¿Qué es?
Esta bacteria suele encontrarse en las mucosas, en la garganta o en la piel.
Por ende, puede provocar infecciones como la faringitis aguda o alteraciones cutáneas.
En la mayoría de los casos no suele ser maligna, pero esto puede modificarse en el caso de que la bacteria sufra una mutación genética o que el paciente infectado tenga el sistema inmunológico debilitado o alguna comorbilidad, como, por ejemplo, diabetes.
Síntomas
Los pacientes que contraen la enfermedad suelen comenzar con dolor de garganta y unos puntos blancos con pus en la misma zona. También pueden surgir manchas rojas en el paladar. También pueden presentar fiebre por encima de los 38 grados.
Los ganglios tienden a inflamarse en la zona del cuello. Incluso hay quienes sufren de algún tipo de dolor abdominal, acompañado de cólicos.
¿Cómo detectarlo?
Hay dos métodos para corroborar si el paciente posee la bacteria. Por un lado, una detección rápida a través de la identificación de antígenos por medio de una prueba inmunológica, que lo confirma o desecha en 20 minutos
Sin embargo, siempre será imprescindible realizar la prueba de cultivo. Se debe tomar una muestra con un hisopo y retirar una muestra de las amígdalas y de los pilares. Esta tardará 24 horas en revisarse en un laboratorio.
Tratamiento
Si las dos muestras (test rápido y cultivo) dan resultado negativo, se interpreta que el cuadro es viral, que no es bacteriano y solamente hay que hacer un tratamiento paliativo para mitigar los síntomas.
Pero si se confirma la presencia de la bacteria, el tratamiento de elección es la penicilina, ya que hasta ahora no se ha detectado resistencia a este antibiótico.
Para los pacientes alérgicos a la penicilina se puede recetar eritromicina, claritromicina o azitromicina. Se debe tener en cuenta que la utilización de cefalosporinas de tercera generación no ofrece ventajas adicionales y puede favorecer la resistencia bacteriana. En casos de complicaciones supurativas, se puede considerar el uso de clindamicina, que también es una alternativa para pacientes alérgicos.
La bacteria puede derivar en complicaciones graves como sepsis o shock, pero esto ocurre en muy pocas ocasiones, y esto suele ocurrir en pacientes con algún tipo de comorbilidad (diabetes o enfermedades autoinmunes, por ejemplo), o en el caso de los niños si tiene peso muy bajo.